La toma de decisiones eficaz puede hacer o deshacer su negocio en una crisis. Desarrolla estas tres habilidades para enfrentar una crisis con confianza.

Cualquiera puede dirigir un negocio exitoso cuando las cosas van bien.
Es cuando las cosas empiezan a ir mal cuando los verdaderos líderes se revelan y cuando se vuelven más valiosos para sus organizaciones.
Es seguro decir que las cosas no han ido exactamente bien hasta ahora en 2020, y aún no estamos fuera de peligro. Navegar por los próximos meses será un desafío para cualquier empresa, pero también presentará una oportunidad para que los principales líderes corrijan las vulnerabilidades y aseguren su supervivencia a través de las crisis actuales y futuras.
Estas son las tres habilidades más importantes para la toma de decisiones en una emergencia.
Habilidad #1: Estandarizar una comunicación clara y consistente
La falta de comunicación puede paralizar a una organización en los buenos tiempos, por lo que si su equipo deja de comunicarse cuando ocurre una crisis, es mejor que cierre la tienda. Las mejores decisiones se toman cuando se han escuchado todas las voces.
No permita que los cierres de oficinas y una transición forzada al trabajo remoto se interpongan en el camino:la tecnología está disponible para comunicarse de manera efectiva con su equipo remoto.
Pero no es suficiente configurar una herramienta de colaboración y esperar que las conversaciones regulares sucedan por sí solas. Debe establecer el estándar para una comunicación clara y consistente haciéndose visible en la herramienta de colaboración de su equipo, facilitando que sus empleados se comuniquen con usted a través de múltiples canales e iniciando las conversaciones que deben iniciarse en lugar de esperar a que alguien más lo haga. hazlo.
La buena comunicación es quizás la habilidad de liderazgo más importante que necesita para guiar a su organización a través de una crisis, porque cada buena decisión comienza con una buena comunicación.
Habilidad #2: Permite que la empatía te guíe
Es fácil decir que su empresa se preocupa por las personas cuando las cosas van bien, pero es probable que tenga que tomar decisiones difíciles, como despidos o aumentar sus precios para compensar la pérdida de ingresos, en tiempos de crisis.
Nadie sugeriría que debe expandir imprudentemente su negocio en medio de una crisis, pero los líderes que aprendan a otorgar el mayor valor a los empleados y clientes que ya han ganado posicionarán mejor su negocio para sobrevivir.
No se trata solo de lo ético: es un buen negocio.
Después de todo, adquirir nuevos clientes es un negocio intrínsecamente incierto. La investigación de Gartner sugiere que las empresas, especialmente aquellas que dependen de las suscripciones, «deben confiar en retener a los clientes y expandir las relaciones existentes para hacer crecer su negocio» (informe completo disponible para los clientes).
Tal vez sea aún más desalentador contratar a un nuevo empleado que retener a uno que ya ha sido capacitado. Puede costar miles de dólares y meses poner al día a un nuevo empleado. En otras palabras, los clientes y empleados que ya tiene son algunos de sus activos más valiosos.
Sin embargo, si su organización tiene dificultades para mantenerse a flote durante una crisis, tendrá que tomar decisiones difíciles. Eso podría significar congelar las contrataciones o recortar las bonificaciones y otros beneficios antes de recurrir a los despidos, o cambiar el gasto de las campañas de marketing de nuevos clientes a los esfuerzos de retención de clientes.
Aquí hay otras estrategias para reducir costos sin recurrir a despidos.
Pero si ya le ha demostrado a su organización que siempre se esfuerza por poner a las personas en primer lugar y se guía por la empatía, serán mucho más comprensivos cuando tenga que tomar una decisión dolorosa.
Habilidad #3: Ejercitar la moderación y la paciencia
Algunos líderes se verán tentados a tratar de resolver todos los problemas que surgen con una crisis de la noche a la mañana. Pero es una receta para el agotamiento y los errores precipitados. Un enfoque mucho mejor es capear la tormenta durante el mayor tiempo posible y beneficiarse de la perspectiva que surge con el tiempo: una solución a corto plazo puede generar problemas mayores a largo plazo.
Por ejemplo, si su organización está pasando por este período de trabajo remoto, su primer pensamiento no debería ser eliminar el trabajo remoto de la mesa de forma permanente una vez que las cosas estén resueltas. No es que sus equipos no puedan manejarlo, o que su negocio no esté preparado para ello, puede significar que necesita equipar mejor a su equipo para trabajar de forma remota una vez que pase la crisis.
Para un líder paciente, esto puede ser una prueba de estrés que lo ayude a identificar las brechas que su organización debe llenar para mantenerse competitiva en un mercado posterior a COVID-19. De hecho, según un estudio de Gartner, el 74% de las organizaciones planean cambiarse permanentemente al trabajo remoto después del COVID-19:

La conciencia de que se encuentra en medio de una crisis debe informar y moderar su toma de decisiones. Si despide al 90% de su personal de ventas ahora porque las ventas han bajado, corre el riesgo de crear otra crisis cuando las cosas mejoren y necesite personal de ventas.
Adoptar un enfoque de espera para tomar decisiones cuando puede permitirse el tiempo extra podría diferenciar a su empresa de aquellas que reaccionan de forma exagerada en el momento.
La preparación previene el pánicoTodos podemos tomar mejores decisiones pensando con calma, y es más fácil estar tranquilo cuando estás preparado. Aquí hay algunos recursos adicionales de nuestro Centro de recursos de coronavirus para ayudarlo a hacer esto:
|